Proyecto de urbanización exterior en el jardín posterior de una vivienda unifamiliar aislada. El proyecto consistió en construir una piscina para uso privado, aprovechando al máximo el espacio existente y en consonáncia con un nuevo espacio exterior vallado y de grava blanca. Estos dos espacios disfrutaban de un porche de madera de IPE en todo el largo de la parcela que creaba un programa de sofas y mesa para hacer del jardín un espacio funcional, práctico y límpio.