El futurismo
La línea italiana en el Modernismo.
Al inicio del siglo, la percepción y la apropiación del mundo circundante por parte del hombre era uno de los temas centrales del arte. Como los expresionistas fijaban sobre tela una visión del mundo extremamente sugestiva, los artistas del Cubismo descomponían objetos cuotidianos como una silla o una guitarra en sus estructuras geométricas fundamentales, para luego recomponerlas en una manera inesperada que provocaba un efecto de extrañeza en el observador. El objeto aparentemente familiar a la vista, se convertía por sí solo, en una cosa completamente diferente. A la vez, se invitaba al observador, a descubrir una nueva percepción critica de la imagen originaria, por ejemplo, de la silla o de la guitarra en una realidad concreta. El resultado en todos los casos era una percepción más aguda a la de la realidad.
A diferencia de los cubistas, los futuristas italianos experimentaron la descomposición del movimiento en singulares secuencias temporales y su recomposición en un solo plano. El proyecto artístico de los futuristas, que se desarrollo en la pintura, en la poesía y en la escultura antes de extenderse en la arquitectura, miraba de hacer visibles las diferentes fases del movimiento y la dinámica de la velocidad que estas exprimían.
A pesar de que los futuristas italianos no podían realizar sus proyectos arquitectónicos y urbanísticos, sus diseños visionarios, dominados por la negación del pasado y de su confianza en el progreso, constituyeron una de las principales corrientes artísticas delsiglo XX.
Un representante del primer plano del Futurismo fue Antonio Sant’Elia, que en su manifiesto de la arquitectura futurista de Julio 1914 tuvo una clara posición contra cada “edificio solemne, escenográfico o decorativo”. Sant’Elia quería “inventar y refabricar la ciudad futurista parecida a una inmensa obra tumultuosa, ágil, móvil, dinámica en todas sus partes, y la casa futurista similar a una maquina gigantesca”. Los proyectos para una “ciudad nueva”, en los cuales se respetaron sus ideas de un mundo técnico verdaderamente moderno, con diferentes niveles superpuestos por coches, trenes y aviones, con centrales eléctricas y ascensores de cristal a través de las fachadas de las casas, permanecieron, pero solo como una idea.
Apenas dos años mas tarde después de la publicación en Milán de sus revolucionarias visiones arquitectónicas (“Para la arquitectura se debe entender el esfuerzo de armonizar con libertad y con gran audacia, el ambiente con el hombre”), Sant’Elia cae en una de las batallas de la primera guerra mundial, sin haber tenido la posibilidad de llevar a cabo sus ambiciosos proyectos urbanísticos.
Fueron sobretodo sus visiones arquitectónicas futuristas de rascacielos escalonados y de centrales eléctricas monumentales, las que alejaron a Italia del Historicismo presente en el siglo XX. Separación de la cual haría disminuir la arquitectura racionalista, que pararía, después de la guerra, con una unión con las corrientes contemporáneas, especialmente con aquellas de la vanguardia rusa.
Storia dell’architettura del XX secolo. 1998 Könemann Verlagsgesellschaft mbH Bonner Str. 126, D – 50968 Köln 2000 Edizione italiana.
Traduzione: Andrea Barbaranelli ( Ready-made).
Traducción española: Javier de Nadal Trias. Foro Esarq-UIC 2002.